Creo que el género mismo es la violencia, que las normas de masculinidad y feminidad tal y como las conocemos, producen violencia.

-Beatriz Preciado-

miércoles, 9 de enero de 2013

Prefiero ser una cyborg a una diosa


Un mundo sin género, sin génesis, sin fín

A finales del siglo XX, Donna Haraway se propone “construir un irónico mito político fiel al feminismo, al socialismo y al materialismo” y acaba manifestando que “prefiere ser una cyborg a una diosa”. De esta forma, nos plantea el Manifiesto Cyborg como un compromiso político para un futuro más enriquecedor.

Donna Haraway nos descubre que las personas somos transformadas por las nuevas realidades y las nuevas formas de sentir, percibir y vivir. Nos propone contemplar los cuerpos más allá de los aspectos meramente biológicos incluyendo la ideología y la cultura; ya que ideología y cultura transforman los cuerpos a lo largo de la historia. Con esta visión, se superan concepciones tradicionales dualistas del tipo mujer / hombre. El cuerpo biológico se transforma por efecto de la sociedad y, para ello, utiliza todo tipo de técnica. Así, surge el cyborg.

Desde mi punto de vista, Donna Haraway nos propone una bella utopía que nos concede el privilegio de darnos forma, de reinventarnos, de ser lo que queramos ser. El cyborg es libre y tiene la capacidad de regenerarse, es decir, de borrar o dejar latente su pasado y crear un nuevo presente. Nos permite crear nuevas identidades, “monstruosas” identidades que no tienen por qué encajar en la norma, en las ideas sociales y políticas impuestas. Así surge un mundo híbrido donde las nuevas identidades son móviles ya que “los monstruos han definido siempre los límites de la comunidad en las imaginaciones occidentales”.

En definitiva, nos presenta una nueva forma de ver el mundo, no como un futuro prefijado ya que no proporciona recetas o soluciones, sino que plantea potencialidades al proponer el repensarse, reinventarse y autoconstruirse y, por tanto, contribuir a la cultura mediante un discurso comprometido y no limitado que nos permita “imaginar un mundo sin géneros, sin génesis y, quizás, sin fin”.

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